martes, 5 de febrero de 2019

La merienda del circulito 1

LA MERIENDA DEL CIRCULITO
Acto Primero: La casa de Papá.


ESCENA 1
El salón. Las gemelas, Culdina y Papá. Una llave inglesa y un paquete.

(Las gemelas entran en el salón, seguidas de Culdina)

GEMELA 1: Pasa, Culdina, te enseñaré la foto de un novio mío. Mira. (Le enseña a Culdina una llave inglesa)

CULDINA: Muy fino.

GEMELA 2: Es tan apuesto.

CULDINA: ¿No hay nadie en casa?

GEMELA 1: Sólo mi hermano Gallo. Nunca sale de la cama.

GEMELA 2: Yo le odio.

CULDINA: He oído que está enfermo.

GEMELA 1: No le pasa nada.

GEMELA 2: No es más que pereza.

GEMELA 1: Un día de estos le daremos su merecido.

(Entra Papá, que trae un paquete)

PAPÁ: Hola niñas, vengo de trabajar.

GEMELA 2: ¡Cierra la boca!

PAPÁ: ¿Quién es esta niña tan guapa?

CULDINA: Me llamo Culdina.

GEMELA 1: No le hagas caso, es nuestro perrito.

GEMELA 2: ¡Ladra, perrito!

(Las gemelas le propinan patadas)

PAPÁ: ¡Guau, guau! Sois mi amor. ¡Guau, guau! Qué dulzura, me recordáis tanto a vuestra madre.

GEMELA 1: ¡Siéntate!
(Papá se sienta)

GEMELA 2: ¡La patita!
(Papá levanta un brazo)

PAPÁ: ¿Dónde está vuestro hermano? He de verle.

GEMELA 1: ¿Y dónde habría de estar, sino en su cama? Ese haragán tendría que estar en la lonja o en la almadraba, con los otros mozos, ganando el pan que ahora nos falta.

PAPÁ: Soy con él. Ea niñas, seguid jugando con vuestra amiguita.

CULDINA: Encantada de conocerlo, señor.

(Sale Papá cojeando)



ESCENA 2
El dormitorio de Gallo. Gallo, Papá, las gemelas y Culdina. Un paquete y una llave inglesa.

(Gallo está acostado en una cama. Entra Papá)

PAPÁ: Buenas tardes, Gallo, ¿has dormido bien?

GALLO: Estaba aquí tumbado y me he quedado traspuesto.

PAPÁ: ¿Has soñado?

GALLO: Creo que sí. Era una especie de sueño rimado.

PAPÁ: Ah, uno de esos sueños en verso tan comunes en nuestra familia. Desde que se fue tu madre no he vuelto a tenerlos.

GALLO: La echo tanto de menos...

PAPÁ: Era una gran mujer. Algún día tú también conocerás a alguien especial, hijo, una hermosa doncella que te haga mucho daño y luego te abandone.

GALLO: Eso me haría tan feliz...

PAPÁ: (Sacando el paquete) Toma, he pasado por la pastelería y te he comprado un dulce de hidromiel.

GALLO: Muchas gracias, padre ¿Ha conseguido algo de dinero?

PAPÁ: Nada de nada. A ti no puedo engañarte, soy un fracaso. He gastado en el dulce las últimas monedas que me quedaban.

GALLO: No importa, padre. Usted tiene un gran corazón putrefacto.

(Se abrazan y Papá sale del dormitorio. Gallo comienza a abrir el paquete cuando entran las gemelas y Culdina)

GALLO: Hola niñas, ¿cómo están?

GEMELA 1: Lo que sospechaba: el viejo le ha traído comida.

GEMELA 2: Pero si es un dulce de hidromiel ¡Arrebatémoselo!

(Las gemelas se lanzan a por el dulce y comienzan a golpear a Gallo)

GEMELA 1: No creas que tu falta de valor para defender lo que no es tuyo te ha de librar de nuestra cólera. ¡Toma, toma!

GALLO: Podéis darme más empellones, por este lado casi no me habéis pegado. ¡Ay, ay!

GEMELA 2: No vayas a pensar que el hambre nos espolea, después de comernos el dulce te golpearemos el doble. ¡Dale, dale!

GALLO: ¡Ay, ay!

CULDINA: Creo que se le ha descolgado una oreja.

GEMELA 1: Pues eso no, que ha de seguir escuchando nuestros insultos.

(Las gemelas salen comiéndose el dulce)

CULDINA: ¿Cómo se encuentra?

GALLO: Un poco maltrecho, me dieron de plano. Qué amor más atroz.

CULDINA: (Se agacha para recoger algo) Aquí tiene su oreja.

(Culdina le entrega a Gallo una llave inglesa)

GALLO: Gracias, he debido perderla en el fragor de la batalla. Sólo lamento el tiempo que pierdo en estas refriegas, soy un hombre muy ocupado, ¿sabes?

CULDINA: ¿A qué se dedica usted?

GALLO: Fabrico mundos oníricos y luego, al despertarme, los olvido. Inventor de sueños y portentos.

CULDINA: Qué interesante.

GALLO: Es una labor muy ardua, no creas.

CULDINA: (Pensativa, tras una pausa) Me llamo Culdina.

GALLO: Pareces pensativa Culdina, yo soy Gallo. (Se estrechan la mano) ¿Qué clase de niña eres tú?, ¿no golpeas a los hombres?

CULDINA: No soy una niña, voy disfrazada. Trabajo para la Agencia.

GALLO: ¿La Agencia?

CULDINA: No tenemos mucho tiempo, cuando terminen el bollo sus hermanas vendrán a matarlo.

GALLO: Es muy probable.

CULDINA: Usted nos ha causado una impresión muy favorable, señor Gallo, me han enviado para redactar un informe.

GALLO: ¿Sobre mí?

CULDINA: Homicidio celular, ausencia de talento, pigricia... creo que me estoy enamorando.

GALLO: ¿Es posible?

CULDINA: Y usted, ¿me quiere a mí?

GALLO: Mucho, me encantaría merendar contigo.

CULDINA: No hay tiempo para eso, he venido a llevármelo. Únase a nosotros, nuestra noble causa necesita de personas como usted.

GALLO: Iré contigo, Culdina, es mi destino. Beberemos en la copa del amor hasta saciarnos. ¡Juntemos nuestros labios!

(Se dan un beso aéreo: poniendo morritos y sin llegar a tocarse)

CULDINA: Muac.

GALLO: Muac.

CULDINA: Conservaré siempre en mi boca el sabor de tus labios tumefactos, mas apúrate, una amenaza se cierne sobre nuestra dicha. (Se escucha golpear la puerta) Tus hermanas, ¡huyamos!



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